LA ENTREVISTA
Manolo Escobar: “Envidio a la baronesa Thyssen”
@Paloma Barrientos - 12/03/2008

Nombrar a Manolo Escobar es hablar de profesionalidad, de seriedad, de años recorriendo el mundo cantando ‘El porompompero’, ‘La minifalda’… y, por supuesto el ‘Viva España’ . Una canción de la que se vendieron más de siete millones de copias en un año y que ha sido y es lo primero que aprenden a tatarear los extranjeros cuando ya van puestos de cervezas.

No le importa que la gente le pregunte qué “¿dónde está el carro?”. Dice que no se imagina un concierto suyo sin que le pidan esos dos temas. Que ha intentado no cantarlos, pero que no lo ha conseguido porque al final siempre ha claudicado.

Tuvo una temporada que estaba “hasta las narices del carro ese”. Además de ser uno de sus grandes éxitos, el título de esta canción se ha convertido en el arranque de su espectáculo ‘De Manolo a Escobar’. Tras casi un año en cartel, la función teatral dirigida por Guillermo Marín se ha convertido en un recorrido por la vida y obra del artista que ofrece a su público lo mejor que tiene: su voz.


Descríbase en dos o tres adjetivos: trabajador, honrado y bondadoso.

¿Qué no le gustaría que dijeran de usted? Que soy un embustero.

Un momento literario memorable: La Generación del 27.

Un momento deportivo inolvidable: Cuando el Barça ganó la Copa de Europa de 2005 en París.

Y un momento cinematográfico: Para mí, la primera escena que rodé de mi primera película en el año 62.

El libro que marcó tu vida: el Catecismo.

Relee los libros: Algunos.

¿Qué le gusta hacer cuando no trabaja? Jugar al mus, ver el futbol y usar el ordenador.

¿Si le tocara la bonoloto qué es lo que nunca haría? Contarlo.

¿Y lo que sí? Volver a jugar.

¿Suele poner excusas cuando no tiene ganas de ir a un sitio? Sí.

¿La bola más increíble -por disparatada- que ha contado? La primera respuesta (risas).

La película que nunca olvida: Lo que el viento se llevó.

¿Un pequeño placer en su profesión? El aplauso, que es un gran placer.

¿Y fuera de él? La pintura.

¿De no ser lo que es qué le hubiese gustado ser? Pintor.

¿A quién y qué envidia? A la baronesa Thyssen por su colección de arte, pero es una envidia sana.

¿A quién y qué detesta? La mentira y los mentirosos.

No se quisiera morir sin: No me quisiera morir nunca.

Un sueño recurrente: Cuando era joven soñaba mucho que ante un accidente de coche intentaba frenar y los frenos no funcionaban.

El mejor olor: El de mi mujer.

El mejor sabor: El arroz con leche que hacía mi madre.

El mejor sonido: El de una guitarra.

El mejor color: El rojo.

¿Qué hacía el día que se casaron los Príncipes de Asturias? Viendo la boda en televisión.

¿Dónde estaba el día que cayeron las Torres Gemelas? Volvía de una gala conduciendo muy cansado y lo oí en la radio.

La noticia que más ilusión le haría ver en un periódico: ETA se disuelve.

Y la que más le ha impresionado últimamente: El atentado del 11-M.

¿Suele llorar con las películas? Con las de llorar, mucho.

¿Cuándo y por qué tuvo un ataque de risa incontrolado? Con la gente que trabaja conmigo en los conciertos no paro de reírme.

¿Qué le hace pasar vergüenza?
Hacer el ridículo.

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