Relato escrito por una actriz amiga de Marc Rosich, autor del texto de "De Manolo a Escobar",
en una especie de blog,
el 15 de Agosto de 2.006

De Manolo a Escobar

 

Estoy tirada en el sofá. El sofá tiene poder hipnótico sobre mi persona. Sobre todo si lo que quiero es huir. Me estiro en el sofá y huyo. Pero no quiero hablar de mis huidas en el sofá, eso lo trataré otro día. Estoy tirada en el sofá, viendo un capítulo de CSI, uno de esos que si se lo contara a Isis pensaría que veo cosas horribles. De hecho lo piensa. Isis no tiene tele. ¿Cómo se puede vivir sin tele? Aunque no se utilice, una tele es necesaria como mueble. Pero no quiero hablar de la vida sin tele. Estoy tirada en el sofá viendo un capítulo de CSI. Amodorradita. En estas que suena el móvil. Miro la hora. Pasan las once. No puede ser de trabajo. Muy raro si es de trabajo, me digo. Y es que ahora cada vez que suena el móvil doy un respingo y cruzo los dedos esperando que sea una oferta de trabajo. Pero no quiero hablar de mi ansia por encontrar trabajo. Estoy tirada en el sofá viendo la tele y suena el móvil.

- Hola, Marc, ¿qué tal?
- Te llamo para que vengas a ver mi espectáculo
- Ya lo habíamos comentado Isis y yo que queríamos ir a verlo, pero no tengo muchas pelas así que…
- Que te invito, que el miércoles es el estreno y tengo entradas.
- ¡Genial!
- Ya llamo yo a Isis y le digo.
- ¡Vale!

Y vengo de ver ‘De Manolo a Escobar’ con Manolo Escobar, Guillermo Marín y mi amigo Marc Rosich en el escenario. A la dirección Xavier Albertí con texto de Marc. La combinación no deja de ser explosiva: Albertí, Rosich y Escobar. Dos catalanes al frente de un proyecto cuya leyenda se forja en la España de las Españas en una época que todo el mundo prefiere olvidar. Marc ejerce de maestro de cermonias. Explica, entre otras muchas cosas, que Manolo es un ser musical de cuyo gesto nace la voz, esa voz inconfundible que nuestros padres imitaron y bailaron. El texto de Marc no tiene desperdicio. Está trufado de ironías mil e incluso alguna burla que dice mucho de la inteligencia del artista almeriense que a sus 74 años sigue al pie del cañón de forma envidiable.

A medida que va avanzando el espectáculo y las canciones se van sucediendo le vas cogiendo cariño a ese hombre que se atreve a cantar en el Condal de Barcelona '¡Que viva España!', qué digo, no sólo cantar sino pedir que lo acompañen, 'venga todos conmigo, ¡Que viva España!' Y en su boca se diría que España no suena tan raro. Porque mira que ahora España suena raro raro. La edad no le llega para hacer todo el espectáculo del tirón así que hace un descansillo de unos minutos y luego vuelve a la carga amenazando con no cantar ‘Mi carro’. Tienen mucha guasa también las intervenciones del pianista. A todo esto en el repertorio ya han aparecido algunos de los buques insignia de Manolo Escobar como son ‘El porompompero’, ‘Madrecita Maria del Carmen’ o ‘Mi pequeña flor (Vanesa)’. El caso es que Manolo se va quejando de que está harto de cantar ‘El carro’ y esta noche no la va a cantar. Obviamente cuando llega el final del espectáculo la gente se abalanza, incluida una servidora, a gritarle ¡El carro, el carro! Y claro, el hombre vuelve a preguntarse por enésima vez en su vida, dónde estará su carro.

- Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien en un teatro –dice Isis.
El público enfebrecido sigue aplaudiendo de pie. Porque toda la platea se ha puesto de acuerdo y aplaude de pie con entusiasmo. Manolo, emocionado, se tira el rollo y canta la última. Entrañable.
A la salida, Isis y Claudia se marchan. Me quedo con Maya, a la que me he encontrado a la entrada del teatro, a esperar a Marc para felicitarlo. Tarda bastante, pero cuando estamos a punto de ir al camerino lo vemos aparecer por las escaleras todavía sudoroso, todo vestido de negro. Le damos un abrazo y nos despedimos.
- Estás genial, Marc, de veras, un texto estupendo – le digo.
Lo mejor de la noche llega después. Maya y yo nos vamos a tomar algo. Hablamos de un montón de cosas, entre ellas de los amores imposibles, de las terapias con nuestros respectivos psicólogos, del trabajo que no sale… Maya es una excelente actriz. Barcelona está plagada de excelentes actrices. Pero ahora está en fase de búsqueda. Le propongo que hagamos algo. Y acepta. A ver qué sale. De encuentros así a veces salen cosas muy chulas.
Último apunte: ¿cuál es la canción preferida de Manolo Escobar? La canción preferida de Manolo Escobar es ‘Y nos dieron las diez’ de Joaquín Sabina. Que te lo digo yo, Manolo es un tío moderno.

 

 
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