Entrevista publicada el 6 de agosto de 1.972, en la prensa de Málaga. | |
¿Qué año naciste? En el 33. 19 de octubre. Libra. Así que llevas cantando treinta años. Sí, pero con carnet profesional, bastantes menos. Si tuvieras que resumir tu vida, para nosotros, en pocas palabras, ¿cómo lo harías? Mi vida ha sido un gran compendio de trabajo. Cuando éramos pequeños, mi padre era agricultor. Trabajábamos todos en el campo. Luego nos marchamos a Barcelona y seguí trabajando. Fui aprendiz de metalúrgico, aprendiz de ebanista, peón de albañil, estuve en una fábrica de productos químicos, y después me hice bachiller elemental para poder opositar a Correos. Oposité, aprobé, fui auxiliar de Correos dos años, y luego me fui de artista. A partir de ese momento, ya lo sabeis todo de mi vida, mejor que yo. ¿Fue cuando estabas en Correos cuando te descubrió el señor de la radio? Lo del señor de la radio fue a raiz de haber terminado el servicio militar. Un sobrino suyo había hecho la mili conmigo. En una fiesta familiar. En las fiestas familiares yo siempre canto. No sé qué me pasa, parece que es el signo de mi vida. Si hubiera un decimotercer signo, sería el del cante, ¿no? En aquella fiesta familiar, me oyó, le gustó y me invitó a ir a la radio. ¿Cuál ha sido, de tu carrera artística, el momento más importante? Hay cantidad de momentos importantísimos en mi carrera. La primera vez que salí a un escenario, que grabé un disco. La primera película que hice, la primera vez que debuté al frente de un espectáculo... Y el momento actual, ¿como lo puedes definir? Es un momento tremendamente en auge, puesto que mis películas se venden más que nunca, vendo más discos que nunca. Llenamos los teatros a mayor precio que nunca, y con más cantidad de gente, así que el momento no puede ser mejor. ¿A qué atribuyes tu enorme impacto popular? No tengo ni la menor idea. Si supiera a qué es debido, a lo mejor, hacía hincapié en ello para que me durara hasta el año dos mil. ¿Te ha dado mucho dinero este impacto popular? El suficiente para vivir bien, aunque bastante menos de lo que la gente cree. ¿Qué es más importante para tí? ¿El cine, el teatro o los discos? Lo más imporante para mí, como es lógico, es cantar cara al público, en el teatro o haciendo galas. El cine es otra faceta más de mi carrera artística, puesto que si no cantara, no creo que hiciera cine. ¿Quién es tu público? España entera. ¿Qué es España? Es el mejor país del mundo. ¿En qué sentido? En todos. ¿Podrías ampliar un poco más? ¿Bajo el aspecto social, económico, político...? Bajo el punto de vista político, no lo sé, puesto que yo no soy político y creo que hay bastantes personas sesudas que se cuidan de eso. Bajo el aspecto económico, creo que no estamos tan subdesarrollados como los demás quieren hacernos creer. Para vivir, sin lugar a dudas, creo que es el mejor. ¿Te consideras un producto de la situación económico-social y cultural de España? No. ¿Por qué ha surgido entonces el fenómeno Manolo Escobar? Por lo mismo que han surgido otros muchos fenómenos antes que yo, porque en España, al igual que en cualquier país, el pueblo necesita ídolos a quienes adorar, a quienes derribar en cualquier momento. Eso no quiere decir que me vayan a derribar. ¡Ya procuraré yo que no lo hagan! El por qué se crean es difícil de analizar. ¿Te consideras un ídolo con los pies de barro? No me considero un ídolo, ni muchísimo menos con los pies de barro. Soy una persona tremendamente popular que sabe dónde pisa. ¿Qué expresas cuando cantas? Lo que a mí me gusta. ¿Que tanto por ciento de tu personalidad, de Manolo Escobar persona, hay en tus canciones? Debe haber un tanto importante, puesto que yo canto lo que a mí me gusta, y si amí me gusta supongo que debe ser que canto lo que siento. A las canciones que grabo no les pido más que tengan una dignidad en la letra, en la música, y por encima de todo que me gusten a mí. Entonces, gustan al pueblo, por lo que creo que tengo el mismo gusto que la mayoría. ¿Qué parte del público se siente más identificado con lo que tú expresas? Una parte tremendamente amplia. No cabe la menor duda. La edad de esa parte no te la puedo decir, porque no la sé. Soy muy admirado por los niños, casi de pecho, por las personas mayores también, y tengo una gran cantidad de público en la juventud. ¿Por qué se cantan más tus canciones en los patios de vecindad que en las boites de moda? Mis canciones se cantan en muchísimos sitios, entre ellos en los patios de vecindad, ¡cómo no! Pero en las boites no se cantan porque mis canciones no son para bailar. Aunque cuando la gente quiere pasarlo bien, ponen una rumba de Manolo Escobar o de Peret o de cualquier otro cantante del género. ¿Cuál es tu estilo? Canción española. Lo que siempre hemos llamado así. No quiere decir esto que lo que canta Raphael o Serrat no sea canción española, pero vamos... ¿Quién consideras que puede ser tu maestro o antecedente? Afortunadamente, cuando empezaba he cantado canciones de todo el mundo. Todo lo que me gustaba lo cantaba. Esto ha sido un motivo por el que he podido crearme una personalidad sin dejarme influenciar por nadie. No como otros muchos que imitan a Manolo Escobar. ¿Por qué unes tu nombre al de Peret? Porque somos los pocos que vamos haciendo canción clásica española. No la canción "pop", o "underground". ¿Has viajado mucho por el extranjero? He viajado bastante. Cantando menos. He estado en Francia, en Suiza, en Alemania, en Holanda, cantando para españoles, claro. No pretendo hacer creer que he conquistado estos países europeos. Pero he estado también en Polonia, compitiendo, por única vez en mi vida, con cantantes de todo el mundo, y tuve la enorme suerte (debe ser suerte) de traerme el premio más ambicionado, el Gran Premio del Disco. ¿Cuando fue eso? En agosto del 70. ¿Eres un hombre de suerte? Sí. ¿Cuál ha sido tu mayor suerte? No lo sé. Quizás la mayor sea contar con el cariño y con el fervor del público español. ¿Qué has tenido que ceder de tí mismo para lograr el éxito? No hay que ceder gran cosa. Como es lógico cualquier carrera que uno escoja tiene su sacrificio. El médico tiene que estar pendiente a cualquier hora de la noche o del día de que se le presente un cliente que lo necesite urgentemente. El cantante tiene también su sacrificio, pero, en fin, los momentos de alegría son mucho más importantes que lo que hayas cedido en la vida. ¿Cual es tu mayor alegría? Tengo muchas. Muchos amigos. Tengo la mejor familia del mundo, y cuento, también, con el favor del público, claro. ¿Tu pena mayor? En mi vida no hay penas. ¿Eres un hombre feliz? Tremendamente. Tal vez si tuviese un hijo... No es pena... pero sí una de las pocas cosas que me falta, pero ¡en fin!... ¿Te consideras frustrado en tu matrimonio por no tener un hijo? No, en absoluto. Somos jóvenes, ya vendrá. ¿Qué piensas del matrimonio? Que es importante y necesario, sobre todo para un artista. Y más en los tiempos que atravesamos en que la juventud es tan impulsiva. La estabilidad que da el matrimonio es muy importante para una persona que tiene que vivir de la garganta. ¿Crees que eres una persona diferente? No. Soy normal y corriente, como cualquier otro español. Me gusta el cante, los toros, la manzanilla, las mujeres... Me gusta el fútbol, a rabiar. Me gusta lo que a todo "quisqui". ¿Te consideras el representante típico del hombre español? No lo he pensado nunca. Soy un español más. No creo que sea el representante típico ni mucho menos. ¿Formais un clan tú y tus hermanos? No. Formamos una familia bien avenida. Que mis hermanos me acompañan a la guitarra porque lo hacen muy bien. ¿Qué eres más, español o andaluz? Por encima de todo soy español, sin olvidar que nací en Almería y que la adoro, y sin olvidar que me he pasado gran parte de mi vida en Barcelona, y que quiero a esta ciudad como a mi segunda patria chica. ¿Qué piensas de esa dicha antagonía entre Andalucía y Cataluña? No es cierto, porque Barcelona es la mejor capital que tiene Andalucía. ¿De qué forma te renuevas? No me he renovado yo mucho, esa es la pura verdad. Sigo cantando lo que cantaba antes porque es lo que a mí me gusta de verdad. ¿Eres muy caro? Depende del punto en que se mire. Según el del empresario soy tremendamente barato. Al artista se le puede pagar medio millón de pesetas, por decir una cantidad, y si da seiscientas, pues es barato, porque el empresario ha ganado cien mil pesetas. Y a un artista se le pueden pagar 50.000 y si el empresario ha sacado cuarenta, pues ha perdido diez, y en este caso le ha salido caro. Por lo tanto, no sé si soy barato o caro. Creo que soy barato puesto que los empresarios vuelven a repetir. ¿Es importante para tí el dinero? Para mí y para todo el mundo, pero no es lo más importante. ¿Qué es lo más importante? La felicidad, el amor, no cabe duda. ¿Qué es el amor? El amor lo es todo. Sin amor no se puede vivir. Toda clase de amor: el filial... ¿Qué es un beso? Según el momento y la persona a quien se le dé. Un beso a una madre es algo sublime. A otra persona, a una mujer es algo diferente. A un hijo es, tal vez, más dulce. Tú has dicho que eres un hombre feliz. ¿No hay nada que te produzca una frustración, un temor? No, nada. ¿Eres un hombre feliz con camisa o sin camisa? Soy feliz de todas maneras, hasta durmiendo. Duermo como un lirón. Menos algún día después del trabajo en que me duelen las piernas. ¿Has ido alguna vez al psiquiatra? No. Es una tontería, y que me perdone Freud. ¿Sacrificarías tu vida artística por algo? Sí, por mi familia. Eres un hombre joven, ¿no? ¿No se ve, o qué? ¿Y te consideras partícipe e identificado con los problemas que se le presentan a la juventud actual? Con algunos de los problemas que se le presentan a la juventud actual, sí. No con otros que se crea la juventud. ¿Podrías distinguir? Sí, pero no quiero, no me gusta aquí sacar los defectos de los demás. ¿Tienes algún problema? No. ¿Eres rebelde? ¿Rebelde yo? ¡Qué va! ¿Hay algo que ocultes? No. La persona que me ve en el escenario me ve en mi vida íntima, soy exactamente igual. Lo único es que en el escenario voy con pajarita, y en mi vida íntima estoy en zapatillas. Soy así. No sé si errado o acertado, pero así soy. ¿En qué confías? En muchas cosas,en la amistad... ¿Qué rechazas? También muchas cosas: la hipocresía, la mentira... ¿Y de la realidad que te rodea? De esa realidad me gusta todo o casi todo. Soy bastante comprensivo. ¿Cuál es tu meta? Seguir trabajando en lo que me gusta. Y lo que todos quisiéramos: llegar a plantar ese árbol o a escribir ese libro. Dejar la huella. ¿Qué te gustaría que dijeran de tí? Lo que digan estará bien dicho. ¿Qué prefieres, un árbol o una motocicleta? Un "mercedes" que tengo. ¿El cáncer o la locura? ¿Cómo dices? ¡Hombre, por Dios!, quiero morir en la cama y con los santos sacramentos. ¿Un caracol o un galgo? Elijo el galgo. ¿Qué es más fácil para tí, decir que sí o decir que no? Decir que sí. Más fácil y más complicado. Me ha costado muchos disgustos, pero qué le vamos a hacer... ¿Te incomoda la popularidad? No. Me encanta. ¿La cigarra o la hormiga? Por cantar, a lo mejor la cigarra. De todos modos, me quedo con la hormiga. ¿Qué tiene más fuerza, el amor o el odio? No sé. Yo amo, no odio a nadie. No conozco la fuerza que tiene el odio. ¿Qué eliges para viajar, el avión o el carro? Depende de la cantidad de kilómetros. Si son largos, como los que hice ayer, el avión. Y si son cortos, como los de esta noche, el coche. ¿Te preocupa de verdad saber dónde estará tu carro? Lo que me preocupa de verdad es que llegue a encontrarlo. Dinos un par de versos de una de tus canciones que te gusten especialmente. Mira, voy a pecar de inmodestia, pero me gustan mis canciones. A mí me gusta Manolo Escobar, esa es la pura verdad. ¡Qué le vamos a hacer! Y como todas mis canciones son como hijos míos, no creo que haya un padre que quiera más a un hijo que a otro. ¿Quién eres tú? Manuel García Escobar. |
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