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DOS
CRUCES
Sevilla tuvo que ser,
con su lunita plateada,
testigo de nuestro amor
bajo la noche callada.
Y nos quisimos tú y yo
con un amor sin pecado,
pero el destino ha querido
que vivamos separados.
Están clavadas dos cruces
en el monte del olvido
por dos amores que han muerto
sin haberse comprendido.
Están clavadas dos cruces
en el monte del olvío
por dos amores que han muerto,
que son el tuyo y el mío.
A TU
VERA
A tu
vera.
A tu vera,
siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya
hasta que de pena muera.
Que no mirase tus ojos,
que no llamase a tu puerta,
que no pisase de noche
las piedras de tu calleja.
A tu vera,
siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya
hasta que de amor me muera.
A tu vera,
siempre a la verita tuya,
siempre a la verita tuya
hasta que de amor me muera.
CAMPANITAS
DE LA ALDEA.
Campanitas de la aldea
que llamais al amor mío,
no toques hoy tan temprano,
que hace frío, mucho frío.
Que está nevando en la aldea
y mi amor ya se ha dormido.
No quiero que se despierte,
que soñando está conmigo.
Que más que a nadie en el mundo
le oigo decir que me quiere,
mientras que un rosal sin rosas
se está vistiendo de nieve.
Guarda silencio, campana,
mientras mi cariño duerme,
que no quiero darle un beso
para que no se despierte.
ENVIDIA
Envidia,
tengo envidia de tus cosas,
tengo envidia de tu sombra,
de tu casa y de tus rosas
porque están cerca de ti.
Y mira si es grande mi amor
que cuando digo tu nombre
tengo envidia de mi voz.
Envidia,
tengo envidia del pañuelo
que una vez secó tu llanto
y es que yo te quiero tanto
que mi envidia es tan sólo amor.
A ESCONDIDAS.
A escondidas he de verte
y he de hablarte,
a escondidas.
A escondidas suspirarte
y estrecharte,
a escondidas.
En las sombras de la noche
nuestras almas juntas van,
prisioneras de un cariño
que nos lo quieren robar.
A escondidas y en voz baja
yo te digo que te quiero.
Como si fuera un pecado,
tengo que llevar oculto
y a escondidas nuestro amor.
TU
NOMBRE DE ANITA.
Anita.
Qué lindo nombre
tu nombre, cariño.
Qué bellos ojos,
los tuyos, tan lindos.
Anita.
Cariños hay en el mundo,
mi vida, como el granito.
Pero tú sabes, mi cielo,
que no existen como el mío.
Anita.
Qué dulces labios
los tuyos, son míos.
Qué hermoso nombre,
tu nombre, cariño.
Anita,
tu nombre me habla de amor.
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