Y DIERON LAS DIEZ

Ranchera

 

 

 

 

 

 

 

Fue en un pueblo con mar,
una noche después de un concierto.
Tú reinabas detrás
de la barra del único bar
que vimos abierto.
-Cántame una canción al oído
y te pongo un cubata.
-Con una condición:
que me dejes abierto el balcón
de tus ojos de gata.
Loco por conocer
los secretos de tu dormitorio,
esa noche canté
al piano del amanecer
todo mi repertorio.

Los clientes del bar,
uno a uno, se fueron marchando.
Tú saliste a cerrar.
Yo me dije: Cuidado, chaval,
te estás enamorando.
Luego todo pasó de repente:
tu dedo en mi espalda
dibujó un corazón
y mi mano le correspondió
debajo de tu falda.
Caminito al hostal
nos besamos en cada farola.
Era un pueblo con mar.
Yo quería dormir contigo,
y tú no querías dormir sola.

Estribillo:
Y nos dieron las diez
y las once, las doce y la una,
las dos y las tres.
Y desnudos al anochecer
nos encontró la luna.

Nos dijimos: Adios,
ojalá que volvamos a vernos.
El verano acabó,
el otoño duró lo que tarda
en llegar el invierno.
Y a tu pueblo, el azar,
otra vez, el verano siguiente
me llevó. Y al final
del concierto me puse a buscar
tu cara entre la gente.
Y no hallé quién de tí me dijera
ni media palabra.
Parecía como si
me quisiera gastar el destino
una broma macabra.
No había nadie detrás de la barra
del otro verano.
Y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal
del banco hispano americano.
Tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales.
Sé que no lo soñé,
protestaba cuando me esposaban
los municipales.
En mi declaración alegué
que llevaba tres copas.
Y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez
te quitaba la ropa.

Estribillo, 2 veces.


Letra y música: Joaquín Sabina.

Duración: 4,52 minutos.

Año de grabación: 1.996.

Album: Con mi acento.

 

 

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