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Tiemblan
mis labios
cuando de noche
una palabra
quieren decir.
Tiemblan mis manos
cuando te buscan
sin saber nunca
si te hallarán.
Tiemblan mis sueños
cuando despiertas
y ven que a mi lado
tú ya no estás.
Me diste tu calor,
tu fuego y tu pasión.
Me diste un gran amor,
un sueño, una ilusión.
Y tiemblo
porque pude amarte tanto,
porque pude conocerte,
porque pude ser muy grande.
Y tiemblo,
pues no supe cómo amarte,
pues no supe comprenderte,
pues no supe ser tan grande.
(Todo repetido dos veces).
Y tiemblo....
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