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Rosa
morena de mi alegría,
clavel de sangre de mi pasión,
te llevo dentro de noche y día
en lo más hondo del corazón.
Suspiro por verte,
de penas cautivo.
De tanto quererte
estoy que no vivo.
Estribillo:
Te
quiero,
porque tienes los ojitos
lo mismito que luceros.
Te quiero,
porque hueles a claveles,
a canela y a romero.
Sentrañas mías,
qué guapa eres...
La más hermosa
de las mujeres.
Tú te ríes de los hombres
y desprecias el dinero,
y por eso yo te quiero.
El
mal de amores, cariño mío,
es como un toro de perdición
que se te mete por el sentío
hasta que acaba con tu razón.
Por
mor de tus labios,
que son mi locura,
me dicen los sabios
que no tengo cura.
Estribillo,
2 veces.
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