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Si
tú quisieras dejarte llevar
por el torrente que agita tu entraña
Que ves oscuro, y te puede arrastrar
cuando
en la orilla te enredan sus ramas.
Si tu quisieras dejarte llevar
por ese fuego que orienta tus ansias,
verías la luz que puede disipar
oscuras sombras que ahora te espantan.
Estribillo:
Tu
río en la vida no es un malhechor.
¿De qué
te sirven tan tiernas baladas,
si eres el hielo y eres el calor?
Eres la noche, eres la alborada.
Cuanta ternura perdida en el mar.
Cuantos suspiros junto a tu almohada.
Cuántas caricias puedes encontrar,
y cuantos besos que el amor te manda.
Si tú quisieras dejarte arrullar
por el susurro del viento en tu cara,
alzando el vuelo lejos de ese hogar,
encontrarías tu nueva morada.
Si un día quisieras tu suerte encontrar.
Si un día pudieras soltar tus amarras,
navegarías en tu libertad,
y me hallaría contigo en tu barca.
Estribillo.
Tu
río en la vida no es un malhechor.
¿De qué te sirven tan tiernas baladas,
si eres el hielo y eres el calor?
Si eres la noche y eres la alborada. |
