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En
Graná, pasendo por la Alhambra
yo la vi.
Y a través
de un jardín con arrayanes
la seguí.
Fui detrás suya soñando,
por aquellos caminos bajando.
Y en la cuesta de Gomérez
con sus ojos yo me ví.
Tus labios son
igual que un clavel grana.
Huele tu piel
a menta y mejorana.
Se arrebató
tu cara de rubores
después que yo
te dije así:
Mi corazón se echó a volar junto a ti.
No sé por qué, mocita en flor de Graná,
mi corazón se echó a volar junto a ti.
Y ahora de to por tu querer soy capaz.
¿Que me has dao tú,
que ya no sé dónde ir?
Y me vas a matar si te alejas de mí.
Ole con ole tu cara
cuando se enciende en rubores.
Es como un ramo de flores,
ole tu cara y olé.
Cuando yo te digo amores, ya sé
que te sube a la carita el color.
Me apasionan tus rubores porque
como tú de rebonita no hay dos.
Eres musa de pinturas, mujer.
Es tu cuerpo la mezquita mayor
y un rosal de mil colores y olé.
Va tu querer con mi pasión
siempre unidos
cual barca y timón.
Y hasta el altar te he de llevar,
mi jardín de Graná.
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