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Una
alondra se posó
en la rama de una higuera
y el árbol se enamoró
de tan linda compañera.
Quédate conmigo, alondra,
el arbolito pedía
temiendo la soledad.
Y la alondra repetía:
me gusta tu compañía,
pero tengo que volar.
Estribillo:
Pájaro y árbol,
pájaro y árbol,
qué bien se avienen
por un momento
primaveral.
Pero las alas y las raíces
no fueron hechas
pa el casamiento.
Pobre arbolito,
qué triste está.
Ser alondra y olvidar
es fácil en primavera.
Y embriagada de volar,
la alondra olvidó a la higuera.
No es lo mismo
pal que espera
con ilusiones de amores
y miedo de soledad.
Y viendo que no volvía,
el arbolito gemía
sin poderse consolar.
Estribillo.
Pero
las alas y las raíces
no fueron hechas
pa el casamiento.
Pobre arbolito,
qué triste está. |
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