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Esas
farolas que alumbran
el puerto de Cartagena
son testigos de ese amor
que se desboca en tus venas. (Recitado)
A la
luz de las farolas
lo espera en la madrugá.
Y le contestan las olas
que hasta el alba no vendrá.
En
ese barco velero
que cruza la mar serena
lleva su cariño entero,
lleva su vida y su pena.
Un te quiero de oro y plata
van en sus velas prendíos.
Y el ancla de la fragata
dice cariño, cariño mío.
Y el ancla de la fragata
dice cariño, cariño mío.
Estribillo:
Ay, niña de Cartagena,
cartagenera guapa y bonita,
que por tu marinero
estás celosa y estás loquita.
Temes que te lo quite
la furia negra de un temporal
cuando su barco velero
ya se encuentre en alta mar.
Cuando su barco velero
ya se encuentre en alta mar.
De los países lejanos,
sólo pensando en su niña,
le ha traído mil regalos
que son una maravilla.
De levante, una corona
de rosas y de azahares,
que son las flores de novia
cuando se llevan a los altares.
Que son las flores de novia
cuando se llevan a los altares.
Estribillo.
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