Con
una copa de vino en la mano,
una guitarra y un cariño de mujer,
nos encontramos como un soberano
y regalamos simpatía y querer.
Porque en España lo que sobra es la hidalguía,
y nos sentimos tan felices al cantar
que hasta las penas las volvemos alegrías,
porque tenemos la grandeza demostrá. Estribillo: Viva
el vino y las mujeres
y las rosas que calienta nuestro sol.
Viva el vino y las mujeres,
que por algo son regalo del Señor.
Y vivan
los cuatro puntos
cardinales de mi patria.
Que vivan los cuatro juntos,
que forman nuestra bandera
y el escudo de mi España. Cuando
se escuchan los cantes de España
es imposible sujetarse el corazón,
porque nos saltan las venas y el alma
y nos sentimos capitanes del amor.
Y no me importa que me llamen vanidoso,
que todos somos españoles de verdad.
Y los que vienen extranjeros a nosotros,
con un abrazo le entregamos la amistad. Estribillo. |