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Estribillo
1:
Mirame,
niña,
mirame, niña,
mirame, niña
con tu mirar sereno
Mirame, niña,
con tu mirada azul.
Porque son tus ojos
como el mismo cielo,
radiantes de vida,
de amor y de luz.
Mirame, niña,
no dejes de mirarme,
mírame, niña,
que me quiero perder
en ese misterio
de tus ojos grandes,
grandes y profundos
como mi querer.
Brillantes
de soles
tienes la mirada
que brota encendida
como llamarada
de dulce calor.
Tus ojos azules
de mares en calma
alegran mi vida,
alumbran mi alma
y encienden mi amor.
Y cuando me miran
sin una palabra,
sin nada que diga,
tus ojos me hablan
de dicha y pasión.
Yo feliz me encuentro
cuando tu mirada
la siento clavada
en mi corazón.
Yo feliz me encuentro
cuando tu mirada
la siento clavada
en mi corazón.
Estribillo
1, dos veces.
Estribillo
2.
Estribillo 1.
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