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Ni
piropos ni coplas de amores
la niña Dolores se atreve a escuchar.
Porque tiene una pena escondía,
y suspira de noche y de día
por aquel mocito,
por aquel mocito
que no volverá.
Estribillo:
Llorando dice Dolores,
Dolores la de Lucena:
Que nadie llame a mi puerta,
ni ronde mi ventana,
tampoco mi cancela.
Que nadie llame
a mi puerta,
ni ronde mi ventana,
tampoco mi cancela.
Ya no tiene fuerzas
pa seguir viviendo,
ni quiere la vía,
tampoco el amor.
Si alguno le dice
que la está queriendo,
cerrando los ojos
le dice "condiós".
Ya no tiene
fuerzas
pa seguir viviendo,
ni quiere la vía,
tampoco el amor.
El dolor le borró los sentíos,
la niña Dolores loquita queó.
Y arrastrando su gran desvarío,
dando voces se fue por el río
diciendo que ha sío
diciendo que ha sío
mentira el amor.
Estribillo.
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