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El
cante tiene su novia
que es la guitarra.
Y pasean de la mano,
como dos enamoraos
de verdad.
Quejío
de la garganta que se desgarra
cuando suenan los bordones
al compás de seguirilla y soleá.
Estribillo:
Guitarra,
que tienes
el alma de novia,
y son tus soníos
campanas de gloria.
Guitarra,
que consientes abrazarte,
y tocar y acariciarte
mucho más que una mujer.
Guitarra,
eres ola de diamante,
pabellón y el estandarte
de mi amor y mi querer.
Las cuerdas de la guitarra
se funden con mi garganta
y hacemos una plegaria
de amores y de esperanza.
El
baile quiere llevarse
a la guitarra.
Y pelea con el cante,
y en las tablas
va marcando su compás.
Mujeres,
como los mimbres que se levantan,
se retuercen y se doblan
sin saber que la guitarra no se va.
Estribillo.
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