Por
senderos de alegría
traigo, Valencia, un cantar
con sabor de huertanía
y amora tierno de azahar.
Canto piropo y clavel
para tus bellas floristas
que son en este vergel,
más que huertanas, artistas.
Estribillo:
Florista
valenciana,
huertana de mi amor:
para ti tiene mi boca
una copla y una flor.
De las flores de tu huerto
no hay ninguna como tú,
que tienes los ojos negros
y me emborrachas de luz.
Las
de sueños campesinos,
las del laurel y el rosal,
para
todos los caminos
tejen un arco triunfal.
Las que con humilde afán
en las horas dolorosas,
alivio a las penas dan
con la sangre de sus rosas.
Estribillo.
Que
tienes los ojos negros
y me emborrachas de luz. |