Una
pastora canta
muy de mañana.
Con su cante despiertan
los pajarillos.
Y en su cintura lleva
la filigrana
que le hicieron de lana
de un corderillo.
Como los filos del alba
llegan con sus resplandores.
Los pajarillos van y la llaman,
los pajarillos van y la llaman
dando sus trinos mejores.
Estribillo:
La pastora que no tiene novio
se pasa los días
con los ruiseñores.
La pastora que no tiene novio
se pasa las horas
cantando a las flores.
La pastora se baña en el río
y los peces le hacen un collar.
Con escamas le hacen un vestío
y
con las espumas
un ramo de azahar.
En
las adelfas duermen
las mariposas.
Y la pastora duerme
bajo el romero.
Tiene la cara limpia
como una rosa
y la sonrisa clara
como un lucero.
Todo el aroma del monte
lleva clavado en su cuerpo,
y en los cabellos
duermen los aires,
y en los cabellos
duermen los aires,
y entre los labios un beso.
Estribillo.
Y con las espumas
un ramo de azahar...
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