Yo
le canto a la ola
que en la playa se muere
y a la estrella lejana
que avisa al pescador.
Y le canto al misterio
que abastece las redes
y a la gota de agua
que en la frente es sudor.
Yo le canto a la leche
que el infante reclama
estrujando, impaciente,
el caudal del pezón.
Y le canto al suspiro
que no llega a ser llanto,
y al piropo callado
de la brisa a la flor.
Yo
le canto al amigo
que nos mira de frente,
con la mano extendida
y abierto el corazón.
Y a la broma sencilla
y a la frase valiente
y a los labios que rezan
y besan con amor.
Estribillo:
Yo le canto a esas cosas
que no cuestan dinero
y que en mil ocasiones
me hicieron tan feliz.
Esas cosas pequeñas
que enriquecen recuerdos
y valoramos tarde,
cuando vemos su fin.
Yo
le canto al respeto
y le canto al dolor.
Y canto a la alegría
y le canto al amor.
Estribillo. |