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Con
rumbo a tierra extranjera
salí de mi España un día,
y aunque no estoy a su vera
no olvío a la patria mía.
Recuerdo su cante grande
por tarantas y serranas,
por tientos y soleares,
y alegrías y columbianas.
Yo quisiera y no quisiera.
Yo quisiera y no quisiera,
que son dos cosas contrarias,
que tu cariño me dieras
y que nunca me olviaras,
y a cambio yo te daría
un cante por columbianas.
Que tu cariño me dieras
y que nunca me olviaras,
y a cambio yo te daría
un cante por columbianas.
Sueño
con volver de nuevo
a donde nací aquel día,
y decir con un te quiero
que no te olvié en mi vía.
Yo te quiero, España mía,
y mi cante te recuerda
y este piropo te envía
con un fandango de Huelva:
Desde
aquí,
España de mis amores,
yo te canto desde aquí.
Tus mujeres, las mejores,
tu gracia no tiene fin,
España de mis amores. |
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