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Debajo
de los olivos
estaba la niña bella.
Por ver su cuerpo de diosa,
la noche noche era.
Su boca sonríe y canta
y el aire la besa, besa.
Y sus ojos, ay sus ojos,
son igual que dos turquesas.
Yo quisiera
que tus ojos me miraran,
que tus labios me besaran,
porque aguardo esta ilusión.
Yo quisiera
que tu boca me llamara,
que tu alma me aguardara
y me diera el corazón.
Yo quisiera
que tu amor me despertara,
que tus besos me mataran
con su fuego de pasión.
Yo quisiera,
que yo quisiera tener seguro
que tu corazón.
La
niña quedó dormida
con la esperanza despierta,
y de su sueño se burla
la luna, luna lunera.
El alma sonríe y llora
y el aire la vela vela.
Y la luna está jugando
enroscá en su cabellera.
Yo
quisiera
que tu amor me despertara,
que tus besos me mataran
con su fuego de pasión.
Ay, yo quisiera,
que yo quisiera tener seguro
que tu corazón.
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