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A los
pies de la Reina del cielo,
ante el trono que está en el pilar,
yo le dije a una moza "Te quiero.
No me vayas, mañica a olvidar".
Y se fueron rodando los días.
A la guerra del moro marché.
Y al volver mi madre me decía:
"No la esperes, vida mía,
se olvidó de tu querer".
Por
Aragón yo te juro
que no te voy a matar.
Pero mi corazón puro,
cantará en vez de llorar.
Te burlaste del querer
de un hombre bueno y honrao,
te burlaste del querer.
Por los besos que me has dao
perdonarte yo sabré.
Perdonarte yo sabré,
porque soy bueno y honrao.
Ayer
noche fue fiesta en la plaza,
y la jota la ví que bailó.
Y al mirarla no sé qué pasaba
que el recuerdo deshizo mi voz.
Era un sueño cuando esta mañana
nos cruzamos en misa de diez.
Sin poder contenerme las ganas,
abracé fiero a mi maña
y ante Dios la rescaté.
Por
la Virgen Pilarica,
no nos enfademos más,
que Ella me enseñó, mañica,
a querer y a perdonar.
Cuando manda el corazón
la razón no te hace caso,
cuando manda el corazón.
Yo te doy con este abrazo
mi nobleza de Aragón.
La razón nunca hace caso
cuando manda el corazón.
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