¿Qué
puede hacer el amor
que se alimenta de celos
si a todas partes que mira,
sólo ve duda y recelo?
¿Qué puede hacer la tormenta,
qué culpa tiene el ciclón
de llevar en sus entrañas
la muerte y desolación?
Estribillo:
Mira mi cara de espanto,
perdido en mi ventolera.
Mira que me vuelvo loco
si no te tengo a mi vera.
Que cuando me quedo solo
con mi desesperación
tengo una fiera en el pecho
mordiéndome el corazón.
Tengo una fiera en el pecho
mordiéndome el corazón.
Hace
una hora tan sólo
que no la tengo delante
y ya siento mil cuchillos
desgarrándome la carne.
Una hora que es un año,
minutos que siglos son.
Y entre tanto desengaño,
cuánta pena y cuánto amor.
Estribillo.
Mordiéndome
el corazón. |