Por
la mañana yo me levanto
y voy corriendo desde mi cama
para poder ver a esa chiquilla
por mi ventana.
Porque yo llevo to el día sufriendo,
ya que la quiero con toda el alma,
y la persigo en mis pensamientos
de madrugada.
Tengo una cosa que me arde dentro
que no me deja pensar en nada,
ay que no sea de esa chiquilla
y de su mirada.
Estribillo:
Y yo la miro.
Y ella no me dice nada.
Pero sus dos ojos negros
se me clavan como espadas.
Pero sus dos ojos negros
se me clavan como espadas.
Ese
silencio que me desvive
me dice cosas que son tan claras
que yo no puedo, no puedo, no puedo
dejar de mirarla.
Y yo le tengo que decir pronto
que estoy loquito de amor por ella
y que sus ojos llevan el fuego
de alguna estrella.
Que las palabras se quedan cortas
para decir todo lo que siento,
pues mi chiquilla es lo más bonito
del firmamento.
Estribillo.
Y yo
la quiero,
como el sol a la mañana.
Como los rayos de luz
a mi ventana.
Yo la quiero
como los rayos de luz
a mi ventana.
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