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Armonías
de guitarra,
sus notas ausentes quedan
de pulsaciones
precisas
en la
campiña morena.
Tendida de olivo a olivo,
hasta el corazón nos llega
palpitación de un pasado
que es el sueño en la tibieza.
Estribillo:
Campiña, guitarra y jaca
y gracia en volantes suelta.
Unas veces delirante
y en breves momentos muerta.
Del sol a la sombra, un paso.
Otro del gozo a la pena.
Celosía de un letargo
en campiña cordobesa.
El
corazón se contiene
en un silencio de siesta
para lanzarse, violento,
entre cantes, vino y fiesta.
Cuando suena una
sus notas clavadas quedan
en el espacio doliente
de la campiña morena.
Estribillo,
2 veces.
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