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Fuiste
el amor que pasa
empezando la vida,
cuando está pura el alma,
sedienta de amor.
Yo te adoré sin tasa,
freno ni medida.
Colmado de ilusiones,
ebrio de pasión.
Era el amor de niño
que da lo que tiene,
que se hablaba en silencio
como habla la flor,
como aquel trigo limpio
que mece el viento.
Fuiste el amor primero,
que nunca volvió.
Pero
el primer amor
nunca se olvidará.
Y vive en el recuerdo,
esperando quizás.
Estribillo,
2 veces:
Soy
el amor que espera
por toda la vida,
con el alma sedienta,
lo mismo que ayer.
Como si no supiera
que de esta herida
sangra el amor primero
que no ha de volver.
El
amor primero,
que no ha de volver.
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