A LA LIMA Y AL LIMON

 

 

 

 

 

 

 
 

 

La vecinita de enfrente, no, no,
no tiene los ojos grandes, no, no.
Ni tiene el talle de espiga, no, no,
ni son sus labios de sangre.
Nadie se acerca a su reja,
nadie llama a sus cristales,
que sólo el viento de noche.
es quien le ronda la calle.

Y los niños cantan
a la rueda, rueda,
esta copla triste
que el viento se lleva:
A la lima y al limón.
Tú no tienes quién te quiera.
A la lima y al limón.
Te vas a quedar soltera.
Qué penita y que dolor,
qué penita y que dolor.
La vecinita de enfrente
solterita se quedó.
Solterita se quedó,
a la lima y al limón.

La vecinita de enfrente, no, no,
nunca pierde la esperanza, no, no,
y espera de noche y día, sí, sí,
aquel amor que no pasa.
Se han casado sus amigas,
se han casado sus hermanas,
y ella compuesta y sin novio
se ha quedado en la ventana.
Pero el tiempo pasa
y ya los chiquillos
cantan en la plaza
un nuevo estribillo:

A la lima y al limón.
No te quedarás soltera.
A la lima y al limón,
Que tendrás ya quien te quiera.
Con dinero y con amor,
con dinero y con amor,
un hombre vendrá a tu puerta
a robarte el corazón.
Y tu pena se acabó.
A la lima y al limón.


Letra y música: Rafael de León - Quiroga.

Duración: 3,27 minutos.

Año de grabación: 1.970.

Película: En un lugar de la manga.

 

 

Indice del cancionero

Indice de la"A"