Adiós, yo te
digo adiós,
simplemente adiós
sin ofenderte.
¿Qué le importa a la razón
quién de los dos la llevó
amargamente?
Estribillo: Te puedo decir una cosa,
te puedo decir qué se siente.
En la página siguiente
encontrarás una rosa
que en vida fue caprichosa
y ahora duerme dulcemente.
Adiós, adiós.
Adiós, yo te
digo adiós,
simplemente adiós.
Yo soy valiente
Si la vida me negó
lo que quise con amor,
dulcemente.